Ana Ureña y el espíritu navideño

César Millán: bailando con perros

El mexicano César Millán, una especie de encantador de perros, probablemente pensó que de forma análoga a Londres, esa especie de Eldorado de los inmigrantes de la Commonwealth en los años 50 («London streets are paved with gold»), en España el jamón es tan común como el arroz en China:

Cuenta César Millán, que atendió a ABC por teléfono desde las Américas, que en su primera visita a España le sorprendió el abandono de los perros (unos 100.000 cada año). «Pregunté si era algo normal y me contaron que cada verano ocurría con frecuencia, que no era un fenómeno reciente, sino lo normal, casi como comer jamón».

 

El Gran Wyoming: marioneta A vs marioneta B

El «Gran» Wyoming prosigue con su cruzada anti-PP en «Despreciando al ciudadano»:

Con el PP ocurre lo mismo. Han repetido hasta la saciedad que sabían lo que había que hacer para salir de la crisis, poseían la fórmula secreta, y ahora que toca enseñarla resulta que se ha esfumado, han estado mintiendo durante todo este tiempo. La negativa a explicar su programa en una situación tan grave como la que estamos viviendo en la que se anuncian recortes, supresión de derechos y se apela al patriotismo, denota el mayor desprecio imaginable hacia la ciudadanía, y con ese desprecio tan de su clase que en la práctica significa un cheque en blanco, llegan al poder.

 

Curioso caso de amnesia selectiva: el mayor desprecio a los ciudadanos es acatar las órdenes de Merkel y reformar la Constitución sin referendum previo, algo que ha hecho el PSOE con la connivencia del PP. Claro está que hay quienes llegan a cierta edad y son tan cansinos como aquel tontito al que sus padres, en temerario acto,  regalaron por Navidad un silbato y un tambor.

 

 

Rafael Reig: amor de padre

Rafael Reig parece contento jugando el papel de simpático sátiro en su blog:

Esos juguetes sexuales que guardaba en un armario de Ikea modelo Foucault no debía de haberlos traído. Mira que me lo había advertido una voz interior.

Imaginaba a Fabiola descubriendo las esposas, el látigo, los anillos, las bolas chinas y los condones de sabores.

Puestos a imaginar, ya podría imaginar a Anusca, su pequeña (de edad) hija y frecuente protagonista de su blog, descubriendo sus sórdidos juguetitos. En internet o en armario. A su edad debería ver Bola de Dragón, no bolas chinas.

 

Trapiello cabalga de nuevo

Reflexiones de Andrés Trapiello:

NI veletas ni pararrayos fueron hechos para que funcionaran (no ha visto uno jamás ni caer un rayo en un pararrayos ni girar una veleta).

Ni tu tostadora fue hecha para tostar, ni tu lavadora para lavar, ni tus herraduras para proteger tu pezuña… su única misión es inspirar poesía.

La heroicidad de Alatriste

El [presunto] señor Pérez-Reverte sobre los héroes:

“Empecé a escribir Alatriste con 45. Ahora tengo casi 60. Evidentemente, he cambiado. Ahora soy más reflexivo, más descreído, todavía más. Yo le presto ahora mi mirada cansada. Y el capitán es cada vez más oscuro, más sabio y más desesperadamente lúcido”

Para rondar los 60 y ser más reflexivo, sigue teniendo los modales y el vocabulario de un rufián. Y si no que se lo digan a Moratinos…

“Alatriste me reconcilia con España”, advierte su autor. “Hay días que me levanto y pienso que este país merece que le llueva napalm. Y luego, cuando bajo al bar de la esquina, pides un café, pones la oreja y empiezas a escuchar a los alatristes que hay a tu alrededor: el que acaba de venir de su Flandes que es su oficina, el que acaba de venir de su guerra con el turco que es el matrimonio, el jefe, el político… Te das cuenta de que esa gente, gobernada por personas honradas y cultas, haría cosas estupendas, de hecho cuando tiene oportunidad las hace. Eso me devuelve la fe en la gente y hace que me reconcilie con mi país”.

Seguramente el país necesita menos Alatristes de bar. Esa gente, gobernada por gente honrada, haría cosas maravillosas, como por ejemplo trabajar. Claro está que mientras gente como Reverte reciba ofertas para ejercer de «comisario de exposición» gracias a ciertos grupos políticos recibiendo mucho más dinero del que se llevaría un verdadero especialista en el tema, mal andarán las cosas.

“Alatriste no tendría ninguna oportunidad en la España actual. Él es un mercenario, alguien que se gana la vida con la violencia. Algo que ahora es tan políticamente incorrecto pero que en su época era moneda de cambio habitual. Sería un tipo marginal, un delincuente de moto y polígono, carne de presidio”.

¿Cómo que un delincuente no tendría ninguna oportunidad en la España actual? Hay quien plagia textos ajenos y sale relativamente bien parado.

Salvador Sostres: oligofrenia grandilocuente

Salvador Sostres es un ser humano. Salvador Sostres tiene una madre, que probablemente lo quiere. Salvador Sostres escribe cosas así:

Hay una sola civilización, que es la judeocristiana. Y todo lo demás es barbarie criminal.

 

Metáforas magistrales II

Enric González, corresponsal de El País, en un alarde poético:

 Lo que busca el director o el autor del periódico es masturbar a su lector.

¿Qué es lo que busca el corresponsal político, según su visión de la realidad?

Ignacio R. Quintano: la arrogancia del obtuso

«El daño que hizo Tierno al decir que él era «agnóstico» no lo sabe nadie. La palabra sonaba bien, y en seguida adquirió prestigio entre los simples.»

Félix de Azúa y los libros

Las cosas del «filósofo» barcelonés:

«si no puedes escribir en los márgenes, ¿para qué sirve la lectura?»