Alberto Olmos

Alberto Olmos dedica una entrada de su blog a defender a Luna Miguel de la gran cantidad de mofa, escarnio y críticas inmisericordes que hay en internet sobre la poetastra almeriense, y aunque Luna lo invitó a su Encuentro de Bloggers (con dinero público) y comparten saraos con amigos comunes como Rafael Reig, pretende ser un observador desinteresado–de forma bastante torpe.

Luna Miguel no es amiga mía.

Luna Miguel me cae muy bien.

Su consideración final es que su poemario no es muy bueno ni muy malo (su reputación de crítico podría quedar mancillada eternamente, y debe ser cauto), pero que Luna es entusiasta y vive la poesía, por lo que merece respeto. Aduce que las críticas positivas son generalmente paternalistas, piadosas y falsas, y que las negativas se deben a la envidia y a la crueldad, y que muchas abundan en chistes sin gracia

Olmos no permite comentarios en su entrada, anticipando la que le podría caer encima, y como en su día fue desenmascarado como El Lector-Malherido, un blog donde despellejaba a autores que le dan veinte vueltas, vivos y muertos, con gracietas plenas de caspa y mala baba, escribe una excusatio non petita que lo pone en evidencia:

Ya sé que Lector Mal-herido acecha en la sombra, y que puede considerarse que hace algo similar. Pero al menos Lector Mal-herido sabe escribir.

Hablar de él mismo en tercera persona, a estas alturas, para justificar su mediocridad y envidia, en la absurda creencia de que sus bufonadas tienen calidad, lo colocan en una privilegiada posición para ganar el Asno de Oro.

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